El pasado 14 de mayo tuvo lugar la comida del día de San Isidro. Aunque el tiempo no permitió que lo celebráramos en las campas de Aranguren como es tradición, lo importante es que nos reunimos y pasamos un buen rato.
Desde el punto de la mañana los cocineros (y cocinera) se afanaron en preparar unos sabrosos calderetes que fueron degustados y merecidamente aplaudidos por todo el mundo.
Y tras los calderetes, naranjas y postres caseros varios circularon fluidamente por las mesas para rematar la faena. Este año no faltó ni siquiera la música (¡gracias Sara!), pero para años venideros hay que animarse a bailar más...
Por último, como siempre, hay que reconocer y agradecer el trabajo de quienes desinteresadamente hacen posible estas celebraciones.
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